miércoles, 9 de noviembre de 2016

Enseñanzas de Samael Aun Weor: ¿Gnosis, Masonería o Rosacrucismo?

EL CODICIADO CONOCIMIENTO OCULTO

   Son numerosas las organizaciones que hoy pretenden poseer conocimiento secreto. Precisamente Gnosis es un apalabra que significa conocimiento. Bajo esta perspectiva, es Gnosis todo lo que sea conocimiento, desde lo más sencillo hasta lo más complejo y hermético.
  Sin embrago, en una acepción más rigurosa, Gnosis es una forma especial de conocimiento. 
   Personajes como Simón el Mago, Valentín, Basílides, Marción o incluso el autor de la Epístola de Eugnostos el Beato, representaban una línea de pensamiento gnosticista. Las ideas de estos y muchos otros gnósticos se entremezclan con el cristianismo, al grado de que es difícil saber si el cristianismo primitivo deriva del antiguo gnosticismo, o si la Gnosis es una distorsión del cristianismo.
   Pronto los gnósticos entraron en conflicto con las otras ramas del cristianismo, hasta que se declaro herética la Gnosis y se le combatió abiertamente.
   Las ideas gnósticas siempre han causado una mezcla de respeto y temor a otras formas de pensamiento. Los gnósticos de la antigüedad, y muchos de los actuales, creen que el universo es dualista, que existe un dios o principio bueno, pero también uno maligno. En esto se diferencia notablemente de corrientes como la Nueva Era, el rosacrucismo, la Teosofía y el monismo, que consideran que "todos somos uno", que somos parte de Dios.
   Para el gnóstico dualista, el creador es un ser maligno, que con engaños ha esclavizado a los espíritus individuales y trata de retenerlos eternamente en este universo de materia.
   Por el contrario, el verdadero Dios, existe en un universo espiritual, completamente perfecto y feliz. No es posible comprender a este Dios, ni siquiera comunicarse con él, por lo que de alguna manera estamos abandonados a nuestra suerte en el mundo del Creador.
   No obstante, algunos seres espirituales, compadecidos de nuestra esclavitud, han irrumpido en este mundo de materia para liberar a los espíritus cautivos, entablándose una gran batalla entre las huestes del creador contra la de los luciferes libertadores.
   Esta es, agrandes rasgos, la versión de los gnósticos ortodoxos. Sin embargo, no es esa la única forma de Gnosis.
   Víctor Manuel Gómez, estudiante rosacruz y muy esmerado esoterista colombiano, proclamó haber encarnado al Cristo Samael, y así, adoptando el nombre de Samael Aun Weor, o sea Samael Verbo de Dios, se dedicó por decenios en el siglo pasado a divulgar un conocimiento con el que trata de regenerar a la humanidad.

   En su sistema, bastante ecléctico encontramos elementos claramente gurdjiefistas, masónicos, rosacruces, teosóficos y sí, un poco, sólo un poco de Gnosis dualista.
   Acaso por mercadotecnia, Samael Aun Weor ha llamado Gnosis a su movimiento, y se ha generado una enorme confusión.
   La vieja Gnosis y la Gnosis de Samael Aun Weor no son lo mismo. Es más, los elementos gnósticos y los elementos rosacrucistas que se hallan en el sistema de Samael, fuera de esa escuela, chocan violentamente y son irreconciliables.
   Quizá debemos pensar en la Gnosis de Samael como una síntesis, un sistema que logra lo impensable, reconciliar los extremos del dualismo y del monismo y ofrecer a la humanidad una manera heterodoxa para autorrealizarse.
   Por algo, a Samael Aun Weor se le conoce como el maestro de la síntesis.

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